En el siglo XVI, la Hermandad adquiere la imagen. Es una talla en la que la Virgen aparece representada como «Sedes Sapientiae», por lo que lleva sobre sus rodillas al Divino Infante, al que sujeta con ambas manos. Se desconoce la autoría de la talla, ejecutada en madera de pino, que mide 1,27 m. de altura. Su cabeza mide 0,20 m. y las manos 0,19 m.
En 1769, se colocan a la imagen unas armellas para componer los brazos. Cinco años después, se restauran las manos de la Virgen. A fines del siglo XVIII debió llevarse a cabo una importante reforma de la imagen a la que se colocaron ojos de cristal y pestañas postizas, siendo también policromada en su totalidad, al igual que la imagen del Niño Jesús. En 1934, el escultor José Sanjuán Navarro clavetea una saya interior de tela a la imagen de la Santísima Virgen. El imaginero Luis Álvarez Duarte lleva a cabo una limpieza de la mascarilla de la Santísima Virgen y las manos del Niño Jesús en 1982.
Patrimônio de Sevilla
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