Virgen del Socorro = Vitigudino - Salamanca

El grupo Organza interpretó danzas de paleos y pasacalles en la procesión de camino a la ermita, con parada en el convento de las M. M. Agustinas Recoletas

Cientos de vitigudinenses acudieron fieles como cada 15 de agosto a su cita con la Virgen del Socorro, una jornada que tendría como principales protagonistas a sus mayordomos, los hermanos Andrea y Kiko Garzón de Arriba, que varas en mano guiaron hasta Nuestra Señora en la procesión de regreso a la ermita en su advocación.

Tras la misa oficiada por los párrocos y sacerdotes de la localidad, con presencia de autoridades locales con la alcaldesa Luisa de Paz al frente, a la que acompañaban varios ediles más de la Corporación municipal, así como el capitán de la Guardia Civil, Ángel Bautista, las campanas de la iglesia anunciaban la salida de la Virgen del Socorro a hombros de sus fieles y escoltada por sus mayordomas. Entre tanto, los sones de la gaita y el tamboril de David Vicente comenzaban a escucharse para recibir en la calle a Nuestra Señora, donde la aguardaban los integrantes del grupo de folclore Organza para ofrecerle sus danzas de paleos.

A continuación, el repique de campanas rompía el murmullo del público mientras la Corte de Honor lucía toda su belleza conformando dos filas delante de los mayordomos y mujeres tocadas con peinetas. La procesión comenzaba Santa Ana abajo dirección al Socorro, aunque antes se realizaba la tradicional parada en la plaza del Convento para saludar a las monjas del convento de Santo Toribio, las Madres Agustinas Recoletas que desde hace más de 400 años viven con intensidad este momento. El público acompañaba a las religiosas en su canción dedicada a la Virgen y Organza repetía su ofrenda con un nuevo baile interpretado magnificamente por David Vicente con la gaita y el tamboril.

Así, y después de varios 'vivas' a la Virgen del Socorro, el folclore más tradicional volvía a sentirse dirección a la ermita, rezos y paradas para cambiar de porteadores, porque todos querían llevar sobre sus hombros el peso de Nuestra Señora.

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