La capilla de Loreto fue levantada en el S XVII, da nombre al barrio en el que se ubica y frente a ella pasa el Camino de Santiago de la costa.
Al parecer fue fundada por el marinero de origen italiano Joseph del Misso, cuyo barco naufragó frente a los acantilados de Güerres, y que prometió a la virgen de Loreto, de la que llevaba una imagen en una medalla, que si sobrevivía al naufragio, promovería su culto y devoción.
Misso fue hospitalero en el hospital de peregrinos de Santa Ana, ubicado junto a su ermita en la plaza de los Mártires, y cofundó la Cofradía Nuestra Sra. de Loreto, que sigue con actividad desde 1663 y cuyos cofrades portan la imagen de Loreto en la procesión de las fiestas patronales.
La ermita es de estilo barroco popular. A la nave principal se accede por un pórtico, entre cuyo tejado y el campanario se abre una hornacina que cobija una imagen tallada de la virgen de Loreto, llamada tradicionalmente por los Colungueses “la Romanina”. Tiene dos capillas laterales, sacristía y cabecera cuadrada. En el interior de la capilla hay otra imagen en madera, cuya datación es desconocida, ya que la original se quemó en la guerra civil. De la imagen hay además una réplica de 1953, ubicada entre las ramas de un famoso castaño llamado “La Castañar de la Espina”, en el camino que va de Colunga a Güerres, en el lugar en el que se cuenta que fue a descansar el náufrago Joseph del Misso y que antaño era lugar de procesión en las fiestas de Loreto.
Desde la ermita se observa al otro lado de la carretera un interesante conjunto de viviendas que fue creciendo en torno a ella con edificios de principios del siglo XX, casas de estilo montañés y chalés de indianos. Entre ellos llaman la atención las antiguas escuelas cristianas inauguradas en 1907 y clausuradas en la posguerra, en un edificio reconocible por el reloj y campana que remata su buhardilla y sus dos grandes palmeras.
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