Data del s. XVIII, del año 1783. A pocos metros de la población y a través de un camino de
cipreses se accede a la ermita de la patrona de Forcall. Desde su ubicación se puede
observar el transcurso de los ríos y el valle donde se encuentra la población.
El lugar está compuesto por una espaciosa ermita de estilo renacentista, la casa del ermitaño y un
espacio con una fuente.
Desde 1624 hasta 1936 había un ermitaño que acogía los visitantes. Esta familia cuidaba del culto y se preocupaba de mantener el edificio. Se trata de un sitio de gran importancia para la localidad al que se acude diversas veces cada año.
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