Nuestra Señora de la Peña es una advocación mariana que representa a la Virgen María. La Virgen de la Peña, es la Patrona de la isla de Fuerteventura. Se encuentra entronizada en la Ermita de Nuestra Señora de la Peña situada en el Valle de la Vega de Río Palmas (Betancuria).
Esta imagen de la Virgen María, de alabastro y de autor anónimo, fue llevada a Fuerteventura por conquistadores de Normandía en el siglo xv, se cree que en torno al año 1402. Se trata de la segunda imagen mariana más antigua que existe en Canarias, tras la imagen de Virgen de las Nieves de la isla de La Palma, que data del siglo xiv. Aunque hasta el siglo xix la imagen mariana más antigua era la primitiva imagen de la Virgen de Candelaria de Tenerife, que era una talla del siglo xiv o anterior y fue encontrada por dos aborígenes guanches en 1390, desapareciendo en un desgraciado temporal en 1826.
La imagen de "La Peñita" como es llamada cariñosamente en la isla de Fuerteventura, es una obra maestra de pequeñas dimensiones, es una figura sencilla, de 23 cm de altura con el Infante situado en sus rodillas. Es la imagen más pequeña de entre las patronas insulares de Canarias y fue esculpida siguiendo los cánones del gótico francés. Se cree que fue traída de Francia por Juan de Béthencourt, y fue encontrada hacia 1443 en una pequeña gruta al pie de una peña o pequeña montaña por San Diego de Alcalá y Fray Juan de Santorcaz, frailes franciscanos que residieron en el convento de Betancuria. Se cree que la imagen pudo estar entronizada en la parroquia de Betancuria, de la que hubo de ser salvada y escondida cuando el pirata Xabán Arráez destruyó la Villa de Betancuria, para años después ser descubierta en la cuevita bajo la peña en el lugar conocido como Malpaso. Posteriormente en torno a 1567, la talla sería trasladada al valle de la Vega de Río Palmas en donde actualmente se venera.
Desde el siglo xvi, la veneración de la imagen aumenta y es en esta época cuando se compone el "Dialogo Histórico en que se describe la maravillosa tradición y aparecimiento de la santísima imagen de Nuestra Señora de la Peña, en la más afortunada isla de Fuerteventura", con motivo de la celebración de una novena en honor de la Virgen y el objetivo de jurarla como patrona de Fuerteventura, Lanzarote, Alegranza y Lobos, tal y como estaba constituido el señorío de la época. Fue hacia la segunda mitad del siglo xvii en el que adquiere oficialmente el patronazgo de Fuerteventura, aunque de manera compartida con la antigua patrona de la isla, la Purísima Concepción que se venera en la Villa de Betancuria, debido a un acuerdo cabildicio. La devoción dio lugar a algunas expresiones literarias como unas "Coplas a la Virgen de la Peña" aparecidas en el siglo xviii.
Actualmente la talla de La Peña se encuentra situada en la hornacina central del retablo mayor de la referida ermita de la Vega de Río Palmas, colocada sobre un pedestal dorado y enmarcada por un sol de plata y una media luna dorada. La hornacina que da cobijo a la imagen está decorada con molduras, rocalla y rodeada de inscripciones latinas. La imagen de La Peña presenta los ojos cerrados y roturas en su mano izquierda, y en la cabeza y brazo del niño, hechos que explica la tradición piadosa señalando que la Virgen cerró los ojos para no ver cómo una mora loca mutilaba a su hijo. Precisamente durante la restauración efectuada a la imagen en el año 2000, se pudo constatar que la actual cabeza del niño fue un añadido posterior, y que la original debió perderse en el atentado sufrido por la talla antes citado.
Aunque la imagen siempre ha sido relacionada con la presencia de Juan de Béthencourt en la isla de Fuerteventura, esta interpretación no es compartida por cierto sector de investigadores. Entre ellos, Francisco Galante Gómez, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna y profesor académico consultante de la Universidad de Lovaina, en Flandes (Bélgica). Para él la escultura debe adscribirse a los talleres flamencos del "Maestro de Rímini", por lo que no sería una imagen de estilo gótico francés ni normanda.
Según este investigador la imagen fue realizada en torno a los años 1430-1440 en los talleres de Brujas, o bien en los de Tournai o Lille, donde existían importantes yacimientos de alabastro. También refiere a que es un error relacionar la escultura con Juan de Béthencourt, y relaciona su llegada a la isla más bien con el conquistador Diego García de Herrera, señor de las Islas Canarias y su mujer Inés Peraza.
Wikipedia
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