El Santuario de Balma, situado en Zorita del Maestrazgo, Castellón, es un
Monumento Histórico Nacional muy característico ya que está incrustado en
la ladera rocosa de una montaña y parece estar suspendido en el aire.
Este lugar, esconde entre sus paredes leyendas de exsorcismos e historias de
sanaciones a gente "poseída".
Alardo Prats y Beltrán (1903-1984) dejó constancia escrita de lo aquí pasaba en su libro-reportaje 'Tres días con los endemoniados. La España desconocida y tenebrosa'. Este periodista cuenta historias de endemoniados. La España desconocida y tenebrosa'. Este periodista cuenta cómo vivió los rituales tenebrosos de exorcismo que permitían la curación de los endemoniados, la mayor virtud de la Virgen de la Balma. De todo aquello, vivido hasta acabada la Guerra Civil, pocas cosas quedan. Relatos escritos por periodistas de la época que coinciden con lo contado por Prats, fotografías de testigos presenciales y lo más impactante, una habitación llena de objetos que reproducen partes del cuerpo humano. Los restos de
cabezas y extremidades de cera de los exvotos en agradecimiento de los
familiares de enfermos que la virgen había sanado y que han quedado
custodiados en una habitación cerrada desde que en 2009 los familiares de
aquellas personas denunciaran la publicación de fotografías en los medios
de comunicación.
Y es que, como cuenta Clara Tahoces, grafopsicóloga, escritora y redactora de Cuarto Milenio, cada 8 de septiembre acudían hasta la Balma gente de todas la comunidades con familiares enfermos, patologías en que ahora se identificarían como problemas mentales, pero que en el pasado los reconocían como 'posesos'. Durante esa noche, y después de las romerías, perfectamente descritas por Prats en su libro, encerraban a los 'endemoniados' en el fondo de la cueva y a través de unos rituales los sanaban.
El Santuario de la Virgen de Balma no se trata realmente de un lugar abandonado, ya que ha sido recientemente restaurado y en la actualidad está abierto al público que sigue visitando la ermita diariamente.
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