Nuestra Señora de Altagracia es una advocación mariana que se venera en la ermita de Altagracia en Siruela (Badajoz). Es la patrona de la localidad. La actual imagen que se venera en la ermita de Altagracia no corresponde a la vieja talla, dado que esta desapareció durante la Guerra Civil.
Al igual que la Virgen de Guadalupe, la de Altagracia tiene su origen en Extremadura, desde donde llegó a América. En Extremadura existen dos advocaciones: en Garrovillas de Alconétar (Cáceres), y en Siruela (Badajoz). No tienen nada que ver ninguna con la otra, pero dos de las leyendas de los orígenes de la construcción de sus respectivas ermitas se parecen en algunos aspectos.
La ermita de la patrona de Siruela se encuentra de espaldas al pueblo, algo común en muchos santuarios. El porqué de que la ermita esté de espaldas está explicado en una vieja leyenda: al parecer, los habitantes de una localidad cercana a Siruela consideraban que la imagen de la Virgen les pertenecía porque estaba dentro de los límites de ese municipio, y por eso se robó el Niño Jesús que la Virgen tenía entre sus manos. Al día siguiente, el Niño apareció de nuevo entre las manos de la Virgen. Finalmente, se optó por colocar la imagen en una carreta sin bueyes para que la Virgen decidiera hacia dónde quería mirar. Cuando iban a verla, veían que se giraba siempre mirando en dirección al pueblo desde donde la reclamaban; como consecuencia de este hecho, se decidió construir la ermita de espaldas a Siruela y mirando hacia el otro municipio.
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