Una leyenda narra el hallazgo de la imagen por un niño llamado Lucas, L/uc en catalán, en torno al año 1246. Era hijo de un matrimonio musulmán convertido al catolicismo tras la conquista aragonesa de Mallorca y se encargaba de llevar el rebaño de cabras y ovejas de su padre a las montañas para que pastasen.
Un
día encontró sobre una roca una efigie que entregó al párroco local, pero al día
siguiente la imagen había regresado allí donde había aparecido. Este hecho se
interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la
había encontrado y se le construyó una pequeña ermita, origen del actual
monasterio.
Fue tanta la devoción que le profesó el pueblo mallorquín a la
Virgen de Lluch que pronto fue reconocida como patrona de la isla de Mallorca.
Lluc es el centro administrativo y religioso del municipio de Escorca, situado en
el corazón de la Sierra de Tramuntana, sin ningún núcleo de población.
Actualmente acoge un Centro de Interpretación, donde se encuentran objetos
religiosos y obras de arte, muestras de arqueología, ciencias naturales y
etnología. Formada por los niños de la escuela, la Escolanía de los Blauets de
Lluc, es una de las instituciones musicales más longevas de Europa con más de
cinco siglos.
Además, es probable que la Virgen esté relacionada históricamente con
la Candelaria de Tenerife, que fue llevada allí por frailes mallorquines cuando
introdujeron el cristianismo entre los antiguos aborígenes canarios.
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